Ferro Bell. Exposición de esculturas
Monestir de Sant Llorenç
Guardiola de Berguedà
Agosto, septiembre, octubre 2018
agosto, 2018
Jordi Palli siempre ha tenido habilidad en reencontrar la palabra que habita encallada en los objetos encontrados, amontonados o perdidos, básicamente en este entorno rural que le atrae y que admira.
Mirando estos objetos surgidos de la nada nos encontramos de nuevo con el universo perdido del juego, donde hay que saber transformar la forma objetiva en fantasía y saber vislumbrar más allá de la realidad que se deja tocar, un mundo onírico donde viven unos personajes llenos de formas, curvas, texturas, colores, magia y fantasía. Puedo llegar a ver la vida del Lluçanès fijada en estos objetos, trashumancia, tierra, pasto, caminos, árboles, pájaros, movimiento, sonidos, aire, duendes, sueños …
Y, sin embargo, tal vez en Jordi busca en el olvido la silueta del silencio que surge cuando todo está en su sitio, el razonable orden que impone el paisaje.
Gabriel Salvans